A) Objetivos de la promesa
La crisis climática y la degradación del medio ambiente plantean riesgos significativos para la humanidad. Los cambios en el clima y el entorno inciden ya en el aumento de la frecuencia, la intensidad y el carácter impredecible de fenómenos meteorológicos severos, la multiplicación de consecuencias sanitarias y la menguante biodiversidad. Sin medidas al respecto, será inevitable la elevada presión sobre los escasos recursos naturales, en particular, el agua, los alimentos y el aire puro. Estos problemas convergentes redundan en la agudización de la vulnerabilidad y de la exposición a riesgos, el aumento de riesgos relacionados con el clima en entornos urbanos y en regiones ya afectadas por violentos conflictos, con graves consecuencias para los medios de vida, la salud mental y el bienestar psicosocial de las personas afectadas.
Una de las situaciones agravadas por los efectos del cambio climático es la pobreza energética. La pobreza energética es un fenómeno complejo y en crecimiento que afecta a millones de personas en todo el mundo. Este término se refiere a la incapacidad de los hogares para acceder a servicios energéticos adecuados y asequibles, necesarios para satisfacer sus necesidades básicas, como calefacción, refrigeración, iluminación y el uso de electrodomésticos.
La pobreza energética no se limita a la falta de acceso a la energía; también incluye situaciones en las que las familias tienen acceso a la energía, pero no pueden pagarla, o donde la calidad del suministro es tan baja que no cubre las necesidades básicas. Este problema es particularmente grave en los países en desarrollo, donde millones de personas todavía carecen de acceso a la electricidad y dependen de fuentes de energía contaminantes, como la leña, el carbón o el queroseno, para cocinar y calentarse.
Combatir la pobreza energética requiere un enfoque multidimensional que aborde tanto las causas subyacentes de la pobreza como los problemas específicos relacionados con la energía. Los desafíos incluyen la financiación de infraestructuras necesarias, la implementación efectiva de políticas y la coordinación entre gobiernos, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales.
En cumplimiento del Acuerdo de París sobre clima firmado por 195 países, donde se establece un objetivo global para aumentar la capacidad de adaptación y reducir la vulnerabilidad frente a los impactos del cambio climático de todos los países, limitando el aumento medio de la temperatura global a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y redoblar esfuerzos para no superar la cota de 1,5 grados a final de este siglo y alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Los acuerdos de la COP28 donde se establece que se deben reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero un 43% hasta 2030 y un 60% hasta 2035 en relación con los niveles de 2019, y alcanzar las emisiones netas de dióxido de carbono cero para 2050.
En cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas, especialmente el ODS 13 sobre cambio climático, y el ODS 7 que busca garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos y el compromiso de no dejar a nadie atrás de la Agenda 2030 y la Cumbre Humanitaria Mundial de 2016.
Considerando que el cambio climático ha sido considerado por las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como uno de los principales desafíos de la próxima década en la Estrategia 2030, debemos fortalecer el marco de intervención respetuosa del medio ambiente de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y nos empeñaremos en reducir nuestra huella ecológica y climática.
De acuerdo con la Carta Sobre el Clima y el Medio Ambiente para Organizaciones Humanitarias, donde se insta a maximizar la sostenibilidad ambiental de nuestra labor y reducir rápidamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero incluso mediante la conservación y restauración de los bosques y las tierras.
Teniendo en cuenta que el cambio climático afecta principalmente a los colectivos más vulnerables, propiciando el aumento y la severidad de crisis humanitarias y de movimientos de población.
Reconociendo que la implicación del voluntariado, las comunidades y la educación son elementos esenciales de la respuesta al cambio climático.
Reconociendo que es necesario introducir urgentemente transformaciones para cumplir con el Acuerdo de París sobre el clima, para lograr la neutralidad de climática y limitar el calentamiento.
Nos comprometemos, por la XXXIV Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en contribuir a:
- Calcular nuestra huella de carbono y registrarla ante los organismos competentes al efecto.
- Reducir, estableciendo un plan que afecte a todos los ámbitos de la organización con una reducción del 45% de las emisiones en el 2030.
- Compensar el CO2 emitido alcanzando la neutralidad Climática en el 2050.
- Impulsar acciones de lucha contra la pobreza energética.
B) Plan de acción
- Mejoraremos la eficiencia energética de nuestros edificios y nuestra flota.
- Realizaremos un plan de reforestación para compensar nuestras emisiones de CO
- Realizaremos acciones de lucha contra la pobreza energética.
- Implementaremos programas de educación y concienciación para empoderar a las comunidades, de modo que adopten prácticas energéticas sostenibles.
- Promoveremos el asesoramiento y el apoyo técnico entre Sociedades Nacionales.
- Contaremos con la participación de las comunidades y del voluntariado.
C) Indicadores para medir los avances:
- Número de asesoramientos e intercambios de experiencias con Sociedades Nacionales.
- Número de hectáreas reforestadas.
- Número de familias en situación de pobreza energética que han sido asistidas directamente.
- Número de personas formadas en la lucha contra la pobreza energética.
- Número de personas voluntarias participantes.
D) Recursos requeridos:
Se dispondrá de los recursos necesarios para cumplir con los compromisos indicados en esta promesa