El costo humano de la guerra en las ciudades
Eve Massingham, CICR y Tobias Ehret, Cruz Roja Noruega
El escenario de los conflictos armados prolongados se está trasladando cada vez más hacia las ciudades. Uno de los principales motivos es el ritmo al que avanza el proceso de urbanización en todo el mundo: según Naciones Unidas, para 2050, los habitantes de las ciudades representarán casi el 70 % de la población mundial. La historia reciente nos ha demostrado que los conflictos armados en las zonas urbanas acarrean un gran número de muertes entre la población civil, sumado al sufrimiento generalizado y duradero, tanto físico como mental, y a la destrucción de hogares y de obras esenciales de infraestructura civil. La alteración de servicios esenciales –la atención de salud, el suministro de agua, el acceso a los alimentos, el saneamiento, la gestión de residuos, la electricidad y la educación– también acarrea un alto costo humanitario.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja surgió a partir de la voluntad de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla. Poseemos capacidades únicas y el cometido, en virtud del derecho internacional humanitario, de acceder, proteger y asistir a las personas y las comunidades afectadas por las guerras, incluidas las guerras urbanas. Sin embargo, nuestros esfuerzos suelen verse frustrados por la propia intensidad de la guerra urbana, por restricciones de acceso impuestas por las partes en conflicto, por la destrucción de la infraestructura esencial de la cual dependen nuestros servicios y, lamentablemente, por acciones que ponen en riesgo y muchas veces se cobran las vidas de nuestro personal.
En el Consejo de Delegados reunido en 2022, el Movimiento aprobó la resolución 6, “La guerra en las ciudades” (CD/22/R6), para expresar su honda preocupación por las consecuencias de la guerra urbana en el plano humanitario, de cuales el personal y los voluntarios del Movimiento son testigos. En la resolución, se reconoció que, si bien la guerra urbana no es un fenómeno nuevo ni acarrea consecuencias humanitarias que nunca se hayan visto, el sufrimiento y devastación que provoca es tal que amerita más atención. Es necesario que las autoridades, las fuerzas armadas y los actores humanitarios adopten un nuevo enfoque.
Se acordó un plan de acción para orientar la labor del Movimiento hasta 2027 en materia de mitigación y respuesta frente a las consecuencias de la guerra en las ciudades en el plano humanitario. Con este plan de acción, el Movimiento se propone documentar con mayor precisión los efectos en el plano humanitario de la guerra en las ciudades; fortalecer su respuesta operacional; sensibilizar sobre las devastadoras consecuencias de la guerra urbana en el plano humanitario; e influenciar a los Estados y las partes en conflicto, mediante diplomacia humanitaria, para fortalecer los marcos jurídicos y de políticas, y modificar la conducción de las hostilidades en las zonas urbanas. A principios de 2023, se estableció grupo de referencia del Movimiento para coordinar la aplicación del plan de acción, comunicar actualizaciones e intercambiar experiencias operacionales; el grupo de referencia está dirigido por el CICR y ahora cuenta con 41 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja entre sus miembros.
Las actividades enmarcadas en este plan de acción se realizan de forma colectiva, en grupos de trabajo más pequeños o de forma independiente por cada Sociedad Nacional. En los últimos seis meses, se han iniciado varias actividades diferentes. El grupo de referencia ha organizado reuniones de intercambio de información –por ejemplo, sobre la utilización de datos de acceso público para análisis de la situación humanitaria–, está elaborando hojas informativas sobre cuestiones humanitarias de relevancia en el contexto de guerras urbanas, y finalizará con un curso en línea sobre la guerra en las ciudades que pronto estará disponible en la plataforma educativa de la Federación Internacional. Varias Sociedades Nacionales han organizado días de estudio sobre “la guerra en las ciudades”, exposiciones o seminarios para difundir las preocupaciones humanitarias del Movimiento.
A partir de la experiencia operacional adquirida durante su asociación en Siria, la Media Luna Roja Árabe Siria y el CICR están preparando orientaciones sobre la movilización de las capacidades necesarias para realizar actividades humanitarias en contextos de conflicto armado. También se están desarrollando varias iniciativas relacionadas con el acceso seguro para realizar actividades humanitarias en contextos de conflictos urbanos: por ejemplo, la Cruz Roja Noruega está analizando mejores formas de proteger a los prestadores de servicios esenciales –encargados de hacer funcionar, mantener o reparar obras de infraestructura esencial. El empleo de armas explosivas en zonas pobladas ha sido un tema destacado en los debates del grupo de referencia del Movimiento en materia de diplomacia humanitaria: la Cruz Roja Portuguesa ha organizado una reunión regional sobre este tema para los asesores jurídicos de las Sociedades Nacionales europeas.
A partir de una serie de consultas realizadas durante los últimos años, el Movimiento se ha propuesto identificar algunas de las medidas que los Estados pueden adoptar para dar respuesta a las dificultades que presenta la guerra urbana en el plano humanitario. Por ejemplo:
- ubicar la protección de las personas civiles como prioridad estratégica en la planificación y conducción de las operaciones militares;
- promover un mayor cumplimiento de las normas del derecho humanitario vigentes;
- revisar las doctrinas, capacitaciones, planificaciones, tácticas y elecciones de armas asociadas con la guerra urbana;
- evitar el empleo de armas explosivas en zonas pobladas; y
- ayudar a los aliados y a los socios de las partes en conflicto a enmarcar su apoyo de manera que aumenten los niveles de protección para las personas civiles y los bienes de carácter civil.
Las acciones del Movimiento no son las únicas en esta materia. También hay iniciativas globales, incluidas la aprobación de la Declaración de Dublín de 2022, que realizaron 83 Estados –“Declaración política acerca del fortalecimiento de la protección de la población civil contra las consecuencias humanitarias derivadas del uso de armas explosivas en zonas pobladas”– y las reuniones especiales del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en torno a la guerra urbana, que reflejan el reconocimiento de la comunidad internacional de que se deben tomar más medidas para proteger a la población civil cuando los combates tienen lugar en zonas urbanas.
El Movimiento espera trabajar con los Estados durante el próximo año para que, en la XXXIV Conferencia Internacional de octubre de 2024, se conozcan y comprendan completamente los desafíos que presenta la guerra urbana en el plano humanitario, y, en el mismo nivel de importancia, se elaboren y adopten medidas prácticas en los próximos años para que podamos poner fin a la enorme destrucción y sufrimiento que las guerras urbanas causan tan a menudo.
Más información sobre este tema
Resolución del Consejo de Delegados sobre “La guerra en las ciudades” – 22 de junio de 2022
Armas explosivas con amplia área de impacto: una opción mortífera en zonas pobladas | Comité Internacional de la Cruz Roja
Reducing Civilian Harm in Urban Warfare: A Commander’s Handbook | Comité Internacional de la Cruz Roja
Reducing Civilian Harm in Urban Warfare: A Handbook for Armed Groups | Comité Internacional de la Cruz Roja
Towards More Effective Humanitarian Operations in Urban Areas of Protracted Armed Conflicts | Comité Internacional de la Cruz Roja
Joining Forces to Combat Protracted Armed Conflict (CICR, Banco Mundial y UNICEF)
Urban warfare Archives – Blog del CICR sobre derecho y políticas humanitarias (icrc.org)
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